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Medellín siglo XIX y XX

Medellín ha sido una ciudad de grandes pensadores y creadores, que han dejado grandes huellas en  la historia de la ciudad, personajes que con enormes barreras tanto política, religiosa, económica y social las han sabido  superar para salir adelante con sus propuestas innovadoras.


Medellín a finales del siglo XIX y comienzos del XX era un pequeño pueblo de Antioquia, un Medellín de casas blancas con nomenclaturas de dos cifras, calles destapadas y alumbradas con faroles de gas, pero con una mirada ambiciosa hacia la modernidad, una modernidad que cada día se les hacía más cercana.

Medellín para ese entonces contaba con 70.000 habitantes, el alcalde de la ciudad era Agapito Betancur, el presidente de Colombia era Carlos Eugenio Restrepo Restrepo, y el mundo se estaba preparando para la primera guerra mundial de 1914.

El deseo de estar informados se hacía cada vez más urgente y la necesidad su suplir era demandante. El 6 de febrero de  1912 nace el llamado periódico "EL COLOMBIANO, un periódico de todos y para todos", con una tendencia conservadora, inspirado en el deseo de ser el vocero de los intereses de Antioquia y el país. El gran fundador de esta propuesta informativa fue el llamado FRANCISCO DE PAULA PÉREZ, pueblerino nacido en Entrerríos Antioquia. Con tan sólo 20 años de edad escribía a pulso las primeras ediciones del periódico en una oficina ubicada en la calle Colombia.

Desde 1912 hasta nuestros días, se ha ido marcando a través del tiempo un constante cambio que ha tenido el diseño de su logotipo, su formato, la inmediatez de la producción (con el cambio de la máquina Linotipo a Offset), las noticas, el manejo de la publicidad,  la imagen, el color y por último la infografía que ha caracterizado ese gran cambio de la explicación de una noticia.
El periódico creció y su equipo humano y sus informaciones se especializaron, en sus inicios contaba en los dedos de la mano sus colaboradores: administrador, redactor, cajera, contador, colocador de avisos, colaborador gráfico; el contenido era  básicamente doctrinario, político y literario. Ahora cuenta con un gran equipo  de trabajos encargados del diseño de las secciones que hoy en día ofrece.
Cabe resaltar la importancia que el El Colombiano tuvo con el estímulo y el desarrollo de las primeras agencias nacionales de publicidad. Dio el paso de avanzada del sistema de offset entre los periódicos medianos y grandes (dos más pequeños, La Patria y La República, lo hicieron un poco antes) en el establecimiento de la redacción electrónica (con microcomputadores), en contenidos de investigación y en maduración de la infografía como útil herramienta informativa.

 

LOS CAMBIOS DE GUARDIA

En el intermezzo la empresa pasó de bisemanario a interdiario y a diario. Saltó del Linotipo al offset (última máquina Goss Metroliner). Cambió de formato y traje de tabloide a universal, con profusión de color, secciones y publicaciones complementarias. Fue discreta publicación de circulación restringida y terminó comprometida con el internet y la interactividad computarizadas.


MOMENTOS:

Uno de los peores momentos de la historia de EL COLOMBIANO fue el 9 de abril de 1948. Durante los disturbios intentaron destruir la sede pero el periódico logró sobrevivir gracias a la pericia de Don Julio C. Hernández que se voló por los techos traseros y llegó hasta la cuarta brigada para pedir protección. Mientras se extinguían en las  llamas, el siglo de Bogotá y la defensa de Medellín.
En enero de 1956 el periódico soportó la censura oficial  de la dictadura militar del General Gustavo Rojas Pinilla, censura que mutilaba editoriales y textos que no le parecían “convenientes” al régimen castrense.

LAS SEDES DEL PERIÓDICO

© 2012 by SAMANTA JONES

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